Resumen
El objetivo de este artículo es proponer el concepto de sacrificios de frontera, entendido como rituales siniestros enmarcados en necropolíticas migratorias de los Estados-nación. Se trata de una propuesta teórica, pero también analítica que considera a la niñez migrante como la víctima ad hoc de tales sacrificios, aunque no la única. Con base en algunos testimonios de niñas, niños y adolescentes migrantes de Centroamérica y México, así como en reportes de medios de comunicación sobre la niñez migrante muerta en la región fronteriza México-Estados Unidos entre 2018 y 2022, se argumenta que los sacrificios de frontera de esta población se hacen visibles de tres formas: 1) cuando viven una muerte social y deciden seguir una utopía transnacional sacrificando sueños, familia, recursos y seguridad; 2) cuando mueren literalmente en la región fronteriza por ahogamiento, calor o asfixia; y, 3) cuando sus cuerpos o restos quedan expuestos como ofrendas en altares naturales y metafóricos, o bien en tumbas artificiales de la frontera.