Un viaje al centro de la vida migrante. Reseña de libro: Camus, Manuela. (2022). Circulación de vidas precarizadas. El Refugio Casa del Migrante, Tlaquepaque, Jalisco, México. Universidad de Guadalajara. 507 págs. ISBN: 978-607-571-370-0.

Segunda época, número 15, enero-junio 2023, pp. 219-222.

Fecha de recepción: 09 de enero de 2023.
Fecha de aceptación: 23 de marzo de 2023.

Autora: Elizabeth Juárez Cerdi.1

El libro se compone de una introducción, en que se explican los conceptos utilizados (abandono, insostenibilidad de la vida, régimen humanitarista, atrapados en el movimiento, zona gris, habitus migrante, destinos evenenciales, personas no refugiables), y dos grandes apartados. El primero titulado Las vidas precarizadas de los expulsados centroamericanos, está constituido por dos capítulos: “Clandestinos por México: el viaje por la Bestia” y “Los orígenes: insostenibilidad de la vida”. El siguiente apartado, titulado El albergue y los albergados, es la parte más sustancial de la obra; lo conforman seis capítulos: “El tránsito de las personas migrantes”; “La fase épica: 2012-2016”; “Un equilibrio inestable: 2016-2017”; “La casa del Refugio en marcha y de pronto… las caravanas”; “2019: las caravanas. El desborde y la reinvención”; y “2020: la pandemia de coronavirus”. A modo de cierre, se presenta un apartado denominado “Reflexiones Finales”; las referencias bibliográficas y un anexo.

A lo largo de 500 páginas se presenta abundante y rica información etnográfica que muestra la multiplicación, pero también la fragmentación de los flujos migratorios, la afluencia de organizaciones de ayuda humanitaria, de instituciones religiosas, y de los esfuerzos de diferentes sectores que tratan de satisfacer las necesidades más elementales de las personas en movilidad; una problemática en la que poco se observa que los Estados-Nación tomen responsabilidad y den respuesta satisfactoria.

En el texto, asimismo, es posible escuchar la voz de las personas en movilidad y la de la autora, que ha combinado su trabajo académico con la denominada observación participante-participación observante. El libro muestra la experiencia investigativa de Camus, su andamiaje teórico y su cercana convivencia con los diferentes flujos de migrantes, que han cruzado fronteras geográficas, sociales, culturales, burocráticas, éticas. El acercamiento, presentado en un lenguaje sencillo, va de las entrañas del albergue auspiciado por la Parroquia de El Refugio, se extiende al barrio del Cerro del Cuatro (Tlaquepaque, Jalisco) y su población, y más allá de las fronteras de México. El primer aporte del texto es que da el protagonismo a una diversidad de voces: migrantes, personal voluntario que atiende el albergue, vecinos del barrio, funcionarios del gobierno local y del federal, instituciones y organizaciones civiles, religiosas, no gubernamentales, tanto nacionales como internacionales.

La autora presenta la lucha cotidiana, esfuerzos y problemas de los mexicanos y centroamericanos que llegan a El Refugio Casa del Migrante y muestra lo que tienen en común sus condiciones de vida y su frágil cotidianidad, llena de incertidumbre. A la par, destaca lo heterogéneo de los flujos migratorios, las diferentes experiencias de las personas, las acciones, reacciones y respuestas que dan, o pueden dar, a los desafíos que encuentran en su trayecto migratorio, así como las estrategias que ponen en práctica para resguardar su vida y lograr su sobrevivencia diaria.

El texto nos acerca a las distintas maneras en cómo las personas en movilidad habitan diversos espacios (físico, social, administrativo-burocrático, simbólico), sea en su caminar hacia Estados Unidos, antes, durante y después del cambio de su estatus migratorio, cuando  intentan echar raíces en México o en sus constantes recorridos por el territorio de este país.[1] En el proceso, los migrantes viven permanentemente una ambigüedad, pues debido a las políticas migratorias y los mecanismos de control establecidos para detener los flujos de movilidad internacional, se les construye administrativa y socialmente como incluidos, pero, a la vez, se les sumerge en un estado de permanente exclusión.

Esto es, se crea un régimen migratorio (Hess, 2012) en donde se les incluye como aquello que hay que suprimir por medio de la exclusión, por ser parte de una problemática no deseada, de aquello que no se puede atender y resolver. Los Estados-Nación al poner en funcionamiento este régimen migratorio y buscar controlar su movilidad internacional suelen disminuir o negarles el reconocimiento de sus derechos humanos elementales; y, administrativamente, de cualquier posibilidad de obtener y ejercer derechos de ciudadanía o que abra intersticios para posibilitar ser visibles en la vida social, económica y laboral del país donde, temporal o definitivamente, permanecen. Desde esta posición de poder, al incluirlos/excluirlos, se ubica constantemente a los migrantes en lo que Augé (2000) llama los “no lugares”, espacios donde sólo se puede transitar, donde se existe persistentemente en el anonimato, donde nunca se llega a pertenecer.

El libro muestra cómo en el proceso de movilizarse hacia Estados Unidos, los migrantes son producidos estructuralmente como seres de nuda vida, a los que se puede “hacer morir” (Agamben, 2003) en diversas formas: administrativa, social, económica, política, física, materialmente; porque es una vida que existe bajo diferentes niveles de desprotección, que al no poder ser incluida de alguna manera, acaba por vivir dentro de un constante estado de excepción, en el que se mueve en la liminalidad, y en el que diversos actores tienen el poder de construirlo, verbal y socialmente, como un cuerpo-mercancía o, en el otro extremo, como un peligro potencial.

Sin embargo, y este es otro aporte, el texto también muestra las zonas grises que se generan en el proceso migratorio. La autora retoma el concepto de Levi (2005) para dejarnos ver como algunos migrantes, son a la vez víctimas y victimarios, participantes, voluntaria o involuntariamente, de procesos estructurales que constriñen la movilidad humana. En este sentido, la etnografía de Camus plantea la necesidad de cuestionar las imágenes victimizadoras de los migrantes, y abre intersticios para reconocer su capacidad de agencia, su creatividad para resistir —y evadir— de diferentes maneras un sistema de detección, detención y deportación (De Génova, 2016), las relaciones de poder, subordinación y las fuerzas estructurales que buscan controlar y contener su movilidad.

El texto nos lleva a pensar en las diversas posibilidades que existen de interpretar la realidad. Por ejemplo, la propuesta de no revictimizar a los migrantes nos hace preguntarnos si cabe la posibilidad de que la misma búsqueda de sobrevivencia les induzca a llevar a cabo una sobreactuación del recuerdo (Richard, 2005; citada en Reguillo, 2006). Esto es, a construir una retórica en la que se destaca mayormente una serie de situaciones límite que experimentan a lo largo de su trayectoria migrante que, si bien no negamos que existen, pueden ser sobredimensionadas en aras de obtener posiciones y recursos específicos que de otra manera sería complejo acceder. En este sentido, el texto presenta distintas viñetas que permiten vislumbrar la habilidad que algunos migrantes desarrollan para subordinar y explotar a compañeros de viaje o de albergue, para manipular a su favor circunstancias desfavorables, para lograr fines, y para obtener cobijo y asesoría legal de organizaciones humanitarias internacionales.

Ahora bien, cuando la autora aborda los contextos de violencia, vulnerabilidad y desprotección en que se mueven mexicanos y centroamericanos en su trayecto migratorio, arroja luz no solo sobre las causas estructurales que propician la movilidad, también nos acerca a la esfera subjetiva, al presentar las diversas concepciones, sueños, esperanzas, tristezas, que las personas tienen. Asimismo, habla de los problemas, conflictos, turbulencias, intolerancias, que se generan entre los migrantes de un mismo país, y en mayor grado cuando la nación de origen es distinta.

Cabe mencionar que investigaciones etnográficas como la que da origen a este texto, aun cuando parte del contenido pudiera parecer anecdotario, son valiosas porque no es fácil reunir tal variedad de escenarios y replicar en la escritura las distintas condiciones en que transcurre la vida de cientos, miles, de migrantes que han pasado por un albergue, antes y durante la pandemia por COVID-19. El libro presenta un amplio panorama que nos acerca de manera muy vivida a lo que sucede en uno de los patios traseros de nuestro país; un sitio que algunos quisieran no ver, pero que existen gracias al trabajo de hombres y mujeres anónimos, y en el que las personas en movilidad entrelazan su existir con otras, sea que estén viajando o que habiten de manera permanente un territorio. En esa interacción los actores involucrados se mueven bajo lógicas, concepciones, percepciones y valores distintos y comparten su vida y un espacio físico, social, simbólico, emocional, durante un tiempo que llega a ser impredecible.

Referencias bibliográficas

  • Agamben, G. (2003). Homo Sacer. El poder soberano y la nuda vida. Valencia: Pre-textos.
  • Augé, M. (2000). Los no lugares. Espacios de anonimato. Barcelona: Gedisa.
  • De Génova, N. (2016). “Detention, Deportation and Waiting: Toward a Theory of Migrant Detainability”. Global Detention Project. Working Paper No. 18. Recuperado de: [https://www.nicholasdegenova.com/articles-chapters].
  • Hess, S. (2012). “De-naturalising Transit Migration. Theory and Methods of an Ethnographic Regime Analysis”. Population, Space and Place. No. 18. pp. 428-440, https://doi.org/10.1002/psp-632.
  • Levi, P. (2005). Trilogía de Auschwitz. Barcelona: El Aleph.
  • Reguillo, R. (2006) “Memoria, performatividad y catástrofe: Ciudad interrumpida”. Contratexto. Núm. 14. pp. 93-104. https://doi.org/10.26439/contratexto2006.n014.
  • Richard, N. (2005). “Con el 11 de septiembre. Notas sobre La Memoria Obstinada (1996) de Patricio Guzmán”. En Jelin, E., y Longoni, A. (Comps.). Escrituras, imágenes y escenarios ante la represión. Madrid: Siglo XXI Editores.

[1] Cabe resaltar que la minuciosidad de detalles etnográficos es uno de los aportes del libro, pero también es un freno para la lectura ágil. Sin embargo, si el lector está ávido de conocer la vida en detalle tanto del albergue como de los albergados, este es el texto ideal para hacerlo.

  1. Mexicana. Doctora en Ciencias Sociales, con especialidad en Antropología Social por el Centro de Investigación y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS-Occidente), México. Actualmente es Profesora-investigadora en El Colegio de Michoacán (COLMICH), México. Líneas de investigación: migración laboral a Estados Unidos y Canadá; Prácticas y creencias religiosas en contextos migratorios; Migración de centroamericanos en México. Contacto: ecerdi@colmich.edu.mx.